Probamos el nuevo Acer Aspire One D150 10″

 

El Acer Aspire One D150 es, en casi todos sus aspectos, una versión revisada y ampliada del Acer Aspire One original, que ya de por sí era un equipo interesante. Externamente, el nuevo netbook o ultraportátil de la compañía tiene apenas un par de concesiones al diseño en forma de una bisagra y unos botones de encendido revisados en su estética. El interior, uniformemente negro, está realizado en metal cepillado mate, un detalle éste de agradecer, ya que es un tipo de superficie en la que no se notan las marcas de dedazos. Con unas dimensiones de 260 x185 x 33,4 mm, no es el netbook más fino que hemos podido probar, pero entra dentro de un margen razonable para este tipo de equipos.

 

El caso de la batería creciente

Un detalle a tener en cuenta es la batería. En su versión de tres celdas, ésta encaja perfectamente en la línea del ordenador. Sin embargo, la batería de seis celdas sobresale visíblemente por la parte trasera. Nada menos que dos centímetros más de ancho y medio centímetro de altura que hace que las patas traseras del equipo queden unos milímetros en el aire. Este aumento de volumen, afortunadamente, no conlleva mucho más peso. El equipo pesa 1,18 kg con la batería de tres celdas y sólo 1,33 kg con la de seis.

Con todo, el engorde es un pequeño peaje que debemos pagar si queremos que la autonomía de uso sea decente. La batería de tres celdas dura tres horas según el fabricante, que pueden bajar hasta las dos si activamos conexiones inalámbricas Wi-Fi o Bluetooth. La batería de seis celdas ya dura sus buenas siete u ocho horas sobre el papel, aunque la autonomía real a pleno rendimiento es de unas seis horas.

 

 

 

Ergonómico pero menos

Para el tamaño general que tiene el Acer Aspire One D150, el teclado podría haber sido más grande, especialmente si tenemos en cuenta que el dispositivo desperdicia sus buenos dos centímetros entre los dos márgenes del teclado. La estructura de la carcasa tampoco hace muchas concesiones a la ergonomía. Recta y bastante alta, cuesta coger una postura cómoda para reposar las manos al escribir. En cuanto al touchpad, el D150 ha eliminado los dos botones laterales, que no se usaban mucho. Se echa de menos que hubieran aprovechado más el espacio del reposamanos y haber ampliado el tamaño del touchpad para no tener que subir la velocidad de desplazamiento del cursor a fín de poder abarcar toda la pantalla en un solo movimiento.

 

Pantalla y conexiones

Como decíamos, el Acer Aspire One D150 ofrece una pantalla de diez pulgadas WSVGA con resolución nativa de 1.024 x 600. Es nítida y brillante pero, como todos los equipos con acabado brillo en la pantalla, a pleno sol o en condiciones de mucha luz tendremos que hacer malabares para no ver nuestro careto reflejado sobre el escritorio de Windows.

En lo que a conexiones se refiere, el equipo cuenta con tres USB repartidos en los laterales. La distancia entre ellos es la justa para que podamos conectar casi cualquier memoria USB sin que choquen entre ellas. Las conexiones para VGA, audio, red ethernet y el puerto de tarjetas SD, MMC, XD y Memory Stick cierran el apartado de puertos y ranuras. Los altavoces, de 10 vatios, cumplen su cometido con creces, permitiendo llenar una habitación pequeña de música sin muchas pretensiones. La webcam, de 0,3 megapíxeles si se queda un poco corta si la comparamos con las de otros netbooks como los de Asus.

 

 

Interfaz

El D150 tiene agunos detalles interesantes como un botón, en el lado frontal, que permite conectarse y desconectarse de una red inalámbrica que ya tengamos reconocida. Igualmente, un botón sobre el teclado permite activar y desactivar el bluetooth y ver el estado de la conexión. Hablando de teclado, el equipo incorpora doce teclas de función, bastante cómodas, para controlar aspectos como la retroiluminación de la pantalla o el volumen. El touchpad incorpora las típicas opciones para moverse por barras de desplazamiento o hacer funciones como zoom. Como es habitual, se tarda un cierto tiempo en adaptar la configuración a nuestro gusto.

 

 

Buena potencia

Para ser un netbook, el D150 ofrece unas prestaciones bastante buenas. En el corazón del equipo ya tenemos el nuevo procesador Intel Atom N280 a 1,66 Ghz. Lo apoyan un generoso disco duro de 160 Gb y un giga de memoria RAM DDR2 ampliable a dos gigas. La gráfica, integrada en placa es una Intel 945 express. No es como para jugar al Gears of War 2 ni mucho menos, pero conviene recordar que los netbooks están pensados para conectarse a Internet y hacer correr aplicaciones sencillas de oficina. El Acer Aspire One D150 tiene la potencia suficiente como para llegar a instalar programas comerecursos como Photoshop sin mayores problemas.

En conexiones, el nuevo netbook de Acer ofrece Wifi 802.11b/g, bluetooth (en el modelo superior) y un puerto, escondido tras la batería, para conectar tarjetas SIM bajo las redes UMTS/HSPA o cuatribanda GSM/GPRS/Edge. Vamos, para poder tener banda ancha móvil sin tener un molesto pinganillo colgando de un lateral. El D150 trae preinstalado Windows XP. No hay versiones que incorporen distribuciones de software libre.

 

Lo mejor

Una generosa pantalla y una buena relación potencia-precio. Buena duración de las baterías a costa de algo más de volumen.

 

 

Se puede mejorar

El tamaño del touchpad y del teclado podría haber sido mayor. La pantalla no es antirreflejos y puede resultar molesto trabajar a pleno sol. 

 

Via : TusEquipos