Cómo funciona el sensor de proximidad de tu móvil
La mayoría de los smartphones hoy en día lleva integrado un sensor de proximidad. Es el encargado, entre otras cosas, de que cuando nos ponemos el teléfono cerca de la cara se apague la pantalla. Pero, ¿cómo lo hace? A continuación explicamos cómo funciona el sensor de proximidad de tu móvil y todas las posibilidades que tiene.
Es cierto que el sensor de proximidad puede parecer un elemento accesorio pero, como indicamos, permite que no pulsemos sin querer con la mejilla en la pantalla mientras estamos hablando y, por ejemplo, colguemos una llamada que acabamos de recibir.
¿Cómo sabe el sensor de proximidad lo cerca que están los objetos?
La inmensa mayoría, por no decir todos, los sensores de proximidad se basan en un haz de luz infrarroja. Podéis ver el de vuestro móvil si colocáis el móvil a contraluz, aparecerán varios círculos o espacios en línea con la cámara frontal del equipo en la parte superior de la pantalla. Sin embargo, si queréis verlo aún mejor, probad a hacer una llamada a vuestro terminal y haced una foto con otro dispositivo, veréis un punto de luz roja justo en el sitio en el que está este sensor.
Volviendo al “cómo funciona”, el sensor de proximidad tiene dos led, uno que emite un rayo infrarrojo, invisible al ojo humano, y otro que lo detecta de vuelta cuando rebota en una superficie. El sistema, por tanto, es simple, cuando el emisor detecta que el rayo ha rebotado y vuelve muy rápido, eso quiere decir que el objeto está muy cerca. Si el haz de luz tarda algo más en volver, es que está lejos y por tanto, el sensor de proximidad no activará funciones como las de apagar la pantalla.
Este sensor no sólo se utiliza para esta función sino que se combina con otros como el giroscopio o el sensor de luz ambiental para dotar al teléfono de otras funciones como puede ser la que permite que lo silenciemos simplemente dándole la vuelta y poniéndole de cara a una superficie como puede ser una mesa.
Si tu sensor de proximidad no funciona ¿qué puedes hacer?
Hay varios factores que pueden hacer que el sensor de proximidad de tu smartphone falle. El primero, que no lo tenga. Perdón por ser tan obvios pero en muchas ocasiones, comprar un móvil demasiado barato o básico, aunque tenga un aspecto estupendo, esconde que le faltan algunos componentes básicos.
Pero, lo más normal es que lo lleve integrado y obviando los problemas de software que podrían hacerlo funcional mal, lo más habitual es que algo esté entorpeciendo el LED infrarrojo. Puede ser una mancha en esa parte del terminal o, en ocasiones, una funda mal colocada o con un diseño en el que no se ha tenido en cuenta este elemento.