Cómo configurar la mejor imagen en tu portátil
No importa si tienes un portátil de alta gama o uno de corte más económico. Si la configuración de pantalla no está ajustada correctamente, afectará a tu experiencia visual, sino también tu productividad y comodidad. Es importante que los colores sean vibrantes, pero también reducir la fatiga ocular. Vamos a echar un vistazo a cómo configurar correctamente la pantalla de tu ordenador portátil.
Es habitual que muchas personas no toquen nada de la configuración que viene por defecto. Sin embargo, hay varios ajustes de pantalla que podemos tocar como la calibración de pantalla, el brillo, el contraste, la temperatura del color y otros parámetros. Vamos a echar un ojo a los ajustes más importantes que de la pantalla de tu portátil que debes tener en cuenta.
Calibración de Pantalla: un Primer Paso Crucial
Antes de realizar cualquier ajuste, considera calibrar tu pantalla. En Windows, puedes acceder a la «Calibración de color» desde la configuración de pantalla. Sigue las instrucciones para ajustar el brillo, el contraste, la saturación y la temperatura del color de acuerdo a tus preferencias.
Ajustes de Brillo y Contraste
Para ajustar el brillo y el contraste en Windows, ve a la «Configuración de pantalla» y utiliza el control deslizante correspondiente. Asegúrate de que los detalles no se pierdan en áreas demasiado oscuras o demasiado brillantes.
Temperatura del Color: Windows Night Light
Windows ofrece la función «Night Light» que ajusta la temperatura del color de la pantalla automáticamente según la hora del día. Esto puede ayudar a reducir la fatiga ocular durante la noche. Activa esta función desde la configuración de pantalla.
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Resolución de pantalla
Puedes ajustar la resolución de pantalla desde la configuración de pantalla. Asegúrate de utilizar la resolución nativa de tu pantalla para obtener la mejor calidad. Si bien reducir la resolución puede mejorar el rendimiento en algunas situaciones, también puede afectar la calidad de la imagen.
Contraste y Saturación
El contraste y la saturación juegan un papel crucial en la nitidez y la viveza de la imagen. Ajusta estos parámetros para realzar los detalles visuales sin exagerarlos. Un contraste demasiado alto puede hacer que los colores y detalles se vean falsos o excesivamente exagerados.