La ciencia habla: jugar con el móvil quita el estrés
Seguro que tienes algún amigo -o incluso tú mismo- que nada más llegar a casa se pone la consola para echar unas cuantas partidas; o también está el que saca su teléfono móvil tras una larga jornada de trabajo y disfruta de unos minutos de videojuegos en el trayecto en tren. Hay multitud de posibilidades y todas reflejan una misma particularidad: los seres humanos recurrimos a los videojuegos para entretenernos y quitarnos un poco el estrés. Ahora, la ciencia lo ha corroborado.
La Universidad de Florida ha publicado una investigación donde ha apuntado las virtudes de los videojuegos en los teléfonos móviles. Según los científicos involucrados, jugar en el smartphone es una manera muy eficiente de «activar» nuestro cerebro después de haber pasado por una jornada maratoniana. En otras palabras, le sirve para quitar presión y olvidar las tareas que han ocupado todo el día.
Un total de 66 participantes se sometieron a una prueba que consistía en utilizar un ordenador y repetir una tarea aburrida para provocar cansancio mental. En otras palabras, se buscaba crear esa fatiga cognitiva que caracteriza a la práctica laboral reiterada, cuando la memoria comienza a fallarnos y la concentración brilla por su ausencia.
Y las conclusiones
Una vez que ejecutaron estas actividades, los participantes fueron divididos en tres grupos para tomarse un merecido descanso. Uno de los grupos estuvo jugando durante el tiempo de reposo a Sushi Cat, mientras que otro llevó a cabo una actividad de relajación guiada, y el tercero se sentó en silencio sin ningún tipo de herramienta para distraerse.
Las conclusiones demostraron que los que habían jugado al videojuego poseían menos estrés que los otros dos grupos, ya que su concentración y la realización de la práctica fue más eficiente. “Jugar a un videojuego de tipo casual, incluso brevemente, puede restaurar las habilidades afectivas de los individuos, por lo que es una actividad adecuada para restaurar el estado de ánimo en respuesta al estrés», subrayaron los investigadores.