¡Así es el iPhone 8 por dentro!
Si por algo destacan los terminales de Apple es por la complejidad que atesoran a la hora de ser desmontados. Mientras que otras marcas se pueden «deshacer» con gran facilidad, los smartphones de Cupertino tienen una complejidad añadida. Ahora bien, ¿ocurre igual con el recién lanzado iPhone 8? Pues podríamos decir que sí… a medias.
Los compañeros de iFixit, especialistas en desmontar todos los modelos del mercado, han tirado de épica para abrir el nuevo iPhone 8. ¿Les ha costado? Pues le han dado un 6 sobre 10 en dificultad, siendo 0 el valor asignado por un desmontado muy sencillo y 10 para uno muy difícil.
De acuerdo al análisis, el nuevo cristal trasero es el elemento más difícil de intercambiar. Esto, a su vez, también proporciona un nivel de protección extra tal como te contábamos hace unas horas, pero a nivel de reparación puede ser un problema en caso de romperse el mismo.
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Por otro lado, el puerto Lightning tiene ahora menos tensión a la hora de ser desmontando. Debido a la llegada de la carga inalámbrica, el ensamblado de este iPhone 8 es más directo, lo que facilita el ser abierto en una primera capa (ya en la segunda es otro mundo).
Cabe resaltar que para desmontar este modelo hacen falta hasta cuatro tipos de tornillos diferentes, algunos no habituales en el mercado. Por tanto, y salvo que seas un manitas, nuestro consejo es que te pases por una de nuestras tiendas y te lo reparemos gustosamente. Seguro que lo prefieres.