Entrevista con Javier Fernández, responsable del Área de Prevención de Pérdidas de Phone House
Todo lo que rodea el éxito de Phone House es gracias al gran equipo humano que lo forma. Detrás de cada campaña, lanzamiento, creatividad gráfica, mensaje en redes sociales, atención al cliente etc… hay un equipo que trabaja codo con codo por ti y para tu satisfacción. Precisamente por eso, queremos que conozcáis un poco mejor a parte de ese equipo que lo hace posible.
Empezamos este mes presentando a Javier Fernández Comins, Responsable del Área de Prevención de Pérdidas. Javi, natural de Gijón, empezó su andadura en Phone House hace 15 años, como asesor en una de nuestras tiendas ubicada en la calle Preciados de Madrid. En nuestra charla, Javi hace un repaso de su trayectoria profesional y nos revela algunos secretos muy interesantes de su día a día en Phone House y vida personal.
Charlamos con Javi, responsable del Departamento de Loss Prevention
Javi, como lo conocemos en la oficina ha sido uno de nuestros auditores de los distintos puntos de venta y hoy queremos que lo conozcas un poco más.
¿Cuándo entraste a formar parte de PhoneHouse? ¿en qué puesto entraste?
Empecé en Phone House en noviembre de 2008, como vendedor a tiempo completo en la tienda de la calle Preciados.
¿Cuál es tu puesto actual?
Actualmente soy el responsable del Departamento de Loss Prevention.
¿Cómo ha sido tu trayectoria en la compañía?
Estuve tres años en tienda, el primero como asesor, y después como Manager de tienda. En 2011 entré en Loss Prevention como auditor del canal de Franquicias, y pasé a ser responsable del departamento en 2019, hasta hoy.
Sabemos que hay momentos complicados en el día a día laboral ¿Cómo haces para solventarlos?
Tengo la grandísima suerte de trabajar con un equipo humano excelente, tanto en lo estrictamente laboral como en el terreno personal. Nos apoyamos mucho y lo hacen todo más fácil y divertido, por muy complicado que se presente el día. Mis compañeros son mi auténtico motor en los momentos chungos, que por supuesto, los hay.
Si tuvieses que explicarle tu trabajo a un niño ¿cómo lo harías?
La figura más cercana que podría reconocer un niño sería la del «profe», que te enseña a hacer las cosas. comprueba que sabes hacerlas, y te regaña si no las haces bien.
¿Qué querías ser de pequeño?
Siempre quise ser profesor. En realidad, está muy relacionado con el enfoque formativo que siempre he querido darle a mi trabajo.
Si no hubieses entrado en Phone House, ¿cómo crees que sería tu presente ahora mismo?
Durante mi primera semana de formación en Phone House me puse a mí mismo como objetivo llegar a trabajar en la empresa como auditor, o como formador. Supongo que si no hubiese sido en esta empresa habría intentado conseguir el mismo objetivo en otra, porque fue lo primero que me llamó la atención y en lo que me enfoqué desde el principio.
En mayor o menor medida seguro que habría ido en esa dirección. Incluso estando aún en tienda disfrutaba cuando recibíamos personal en prácticas para formarse con nosotros, me parecía muy gratificante y enriquecedor. Siempre habría elegido cualquier profesión que implicase el trabajo con personas.
¿Qué hitos personales has vivido dentro de la compañía?
Entré a trabajar en Phone House justo después de salir de casa de mis padres y mudarme desde otra provincia, por lo que han sido años muy importantes y de muchos cambios. Me he casado, he echado raíces en Madrid, me he comprado una casa… realmente Phone House me ha acompañado en un proceso de madurez, en el que he sentado las bases de lo que es mi vida actual y mi familia cercana. ¡Ah! Y he dejado de fumar, que es una de las mejores decisiones que he tomado nunca, y para la que mi entorno laboral ha ayudado y apoyado mucho.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
El contacto con la gente. El trabajo de campo es muy enriquecedor, tener la oportunidad de viajar y estar en contacto con los chicos y chicas de las tiendas a diario lo convierte en un trabajo muy dinámico y con mucho valor humano. Cada día es diferente.
Después de tanto tiempo, seguro que tienes un millón de anécdotas, cuéntanos una graciosa.
En los viajes pasan muchas, muchísimas cosas. Siempre decimos entre compañeros que deberíamos escribir un libro con nuestras aventuras… Se me ocurre por ejemplo la vergüenza que pasé en Almansa después de una visita a una tienda, porque no recordaba donde tenía aparcado el coche. Tuve que recurrir a los municipales, que me dieron una vuelta por el pueblo para ver si me sonaban las calles o por donde podía haber pasado, y después de más de una hora pude dar con él. Lo he perdido también en varios centros comerciales…
Si tuvieses que elegir otra profesión que no tenga nada que ver ¿a qué te dedicarías?
Probablemente a cualquier cosa relacionada con la formación, o dentro del campo de los Recursos Humanos. También me ha llamado siempre mucho la atención el mundo del periodismo.
¿Cómo ha evolucionado personalmente el Javi que entró al Javi de hoy en día?
Si algo me ha permitido mi trabajo en los últimos años es viajar y hablar con mucha gente de muchos sitios. Eso te da una perspectiva diferente de muchas cosas, aprendes cosas de gente muy distinta, y vives pequeños retos diarios y situaciones nuevas. El Javi de 2008 era más miedoso, y mucho más resistente al cambio. Ahora relativizo mucho más las cosas y trato de quitarle hierro a todo.
Dinos 3 hobbies que te hacen olvidarte del mundo.
La música, el terraceo con buenos amigos, y dar largos paseos (mejor si es cerca del mar) con mi perra, Fanta, que es uno de los amores de mi vida.