Cómo aprovechar al máximo las altas tasas de refresco del móvil
En los últimos tiempos, hay un atributo técnico que sale a relucir en las fichas técnicas de los diferentes modelos de smartphones. Nos estamos refiriendo a la tasa de refresco. Ahora, prácticamente cualquier móvil de gama media y la totalidad de la gama alta, ofrece altas tasas de refresco en pantalla, representadas por los famosos «Hz» (Hercios)
Pero más allá de los números y con la premisa de que «más es mejor», vamos a ver cómo sacar realmente partido a este atributo, no sin antes entender qué es y cómo funciona la tasa de refresco en los smartphones de hoy.
¿Qué es la tasa de refresco?
Conviene «refrescar» que la tasa de refresco es una magnitud mediante la cual una pantalla actualiza el número de imágenes por segundo que muestra. Esta magnitud se divide en Hercios (Hz) y nos revela cuántas veces por segundo se actualiza las imágenes en la pantalla. Si una pantalla dispone de una tasa de 60 Hz, nos indica que se realizan 60 actualizaciones en un segundo, si dispone de 90 Hz, 120 Hz son 120 veces por segundo y así sucesivamente.
¿Más es mejor?
Una tasa de refresco alta cobra mucha importancia cuando necesitamos que la pantalla refleje lo más rápido posible. Esto es algo muy bueno en determinadas circunstancias, pero puede no serlo tanto en otras. Por ese motivo, muchos fabricantes permiten reducir la tasa de refresco máxima o incluso contar con una tasa variable que se adapta de forma automática a las necesidades de cada momento. La explicación es sencilla: una alta tasa de refresco consume más energía y por ende, afecta a la duración de la batería. Por tanto, si el usuario no lo necesita, no tiene sentido tener activa una alta tasa de refresco e incluso puede ser contra producente.
Entonces, ¿dónde sacar partido a una alta tasa de refresco?
Hay varios escenarios en los que poder sacar el máximo partido a una alta tasa de refresco en pantalla. Puede que movernos por el escritorio del móvil o entrar o salir de WhatsApp no sea suficiente o tenga menos sentido, pero desde luego será una gozada usarlo en estas circunstancias:
- Navegar por internet: en páginas donde el scroll es muy acusado y nos movemos con rapidez, la fluidez será notable al actualizarse con más suavidad los contenidos que se muestran como imágenes o texto
- En determinados juegos: los juegos de disparos, los juegos de estrategia en tiempo real o los juegos de aviones. En definitiva, los juegos donde el movimiento es constante y frenético, una alta tasa de refresco nos hará disfrutarlos como nunca. En otros títulos estilo Candy Crush o un juego de Ajedrez, puede tener menos sentido.
- En películas o series: igualmente, películas o series de acción, con mucho movimiento, pueden ofrecer una mayor fluidez en la visualización con una alta tasa de refresco. No obstante, en este caso concreto, entra mucho en juego el gusto de cada usuario, ya que un efecto demasiado suave puede no gustar todos por igual, al crearse el efecto «telenovela»