¿Cómo funciona la carga inalámbrica de tu móvil?
Nuestros móviles han ido poco a poco integrando más y mejores funciones. Una de ellas es la posibilidad realizar la carga de manera inalámbrica. Esta tecnología permite posar el terminal en una superficie adecuada y al instante comenzará el proceso. Pero, ¿cómo funciona realmente?
Si lo pensamos detenidamente, la carga inalámbrica es sorprendente. Pero para que funcione de forma correcta, hay varios factores que tienen que funcionar, como parte de un engranaje perfecto. Esta tecnología no es nueva en el mundo de los smartphones, ya que hace varios años que Nokia introdujo dispositivos compatibles. La carga inalámbrica estuvo un tiempo sin hacer acto de presencia, pero ahora es algo prácticamente omnipresente en los móviles de gama alta.
El secreto de su funcionamiento
El secreto o la magia de la carga inalámbrica se encuentra en la denominada inducción electromagnética. Esto significa que en las entrañas de los móviles compatibles se encuentra una bobina receptora, que se pone en marcha cuando detecta una inducción electromagnética. En ese momento, el flujo de electrones comienza a circular dentro de la bobina, lo que genera un campo magnético. Es precisamente este flujo de electricidad, que hace que el móvil comience a cargar, al estar interconectada la bobina y nuestra batería.
Por ese motivo hay móviles sin carga inalámbrica a los que se les puede dotar de esta función. Hay accesorios que permiten pegar una bobina en la parte trasera del smartphone, con un cable que va directamente al puerto microUSB o USB-C y habilitan esta función. Sin embargo es una opción algo farragosa y nada que ver con su integración de serie.
Ventajas e inconvenientes
Este tipo de carga tiene algunas ventajas. La más clara es la comodidad, al no tener que estar conectando el cable al puerto USB. Con este método se acabó atinar a conectar el cable por la noche. Si tenemos una base de carga en la mesita, bastará con posar el móvil para que comience la carga.
Así mismo, una de sus grandes desventajas parece también clara. Y es que, mientras estamos cargando el móvil de forma inalámbrica no podremos usarlo. Esto no ocurre con al carga clásica cableada y es uno de los inconvenientes que disuaden a muchos usuarios de su uso. Otra de sus «desventajas» es que el sistema de carga suele ir por detrás o ser más lento que las tecnologías de carga rápida del modo con cable.