Así puedes cambiar la resolución del móvil para ahorrar batería
Hay muchos aspectos que pueden influir en el consumo de la batería. Las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano, el brillo de la pantalla o el tiempo que esta se mantiene encendida, son algunos de los más conocidos. Sin embargo, la resolución de la pantalla también es un factor clave, que lejos de lo que pueda parecer, podemos controlar para mejorar el consumo energético. Vamos a ver cómo funciona esta opción y para qué sirve realmente en nuestro móvil.
Como ya sabemos, es habitual que los móviles se ofrezcan en diferentes tipos de resoluciones. Este aspecto va generalmente unido al rango de precio, ya que los terminales de gama alta más potentes del mercado, ofrecen resoluciones mucho más altas que los de gama de entrada. Conviene repasar por tanto las más habituales que nos vamos a encontrar al comprar un nuevo dispositivo.
Las resoluciones más habituales en móviles
- qHD: 540×960 píxeles: una resolución que está casi desterrada incluso en la gama de entrada
- HD: 720×1280 píxeles: actualmente la encontramos en la mayor parte de los smartphones de gama de entrada
- Full HD: 1080×1920 píxeles: es la más habitual, presente en la gama media y la gama alta
- QHD: 1440 x 2560 píxeles: es el siguiente salto y generalmente reservado a la gama alta
- 4K: 1644 x 3840 píxeles: una resolución bestial para un móvil que se encuentra solo en algunos terminales de gama alta de Sony
Cambiar la resolución para ahorrar batería
Muchos terminales Android ofrecen esta función, ya que de esta manera, se puede ahorrar batería al reducir la capacidad de la pantalla en determinadas circunstancias. Esto es algo que podremos encontrar en los Ajustes de pantalla, siempre que nuestro dispositivo sea compatible con esta función.
Cuando estemos dentro, veremos la opción «Resolución de pantalla» que nos dará a su vez acceso a las opciones disponibles. Aquí podremos optar por activar la casilla «Resolución Inteligente», lo cual es perfecto para conseguir un equilibrio entre la batería y la calidad de pantalla. Si la tenemos activa, el sistema se encargará de reducir la resolución automáticamente cuando sea necesario.
Por el contrario, si optamos por el modo manual, seremos nosotros los que seleccionemos aquella resolución que consideremos adecuada, de entre todas las que nos ofrezca nuestro dispositivo. Por ejemplo, si vemos que nos cuesta llegar a final del día con la batería, puede que sea necesario realizar esta bajada de resolución de manera manual. No obstante, siempre podremos volver a activar la máxima cuando queramos disfrutar de vídeos, fotos o juegos a la máxima calidad.