Los smartphones producen estrés y dependencia severa

Los avances tecnológicos en el mundo móvil dan a conocer nuevos proyectos y productos que mejoran la calidad de vida en nuestra sociedad, mejora las comunicaciones personales y genera un tráfico mundial de comunicación en tiempo real muy positivo económicamente y socialmente.

Los smartphones son productos que no paran de avanzar para ofrecer en el mínimo espacio, todo lo necesario para comunicarte con tus conocidos y estar en contacto con el mundo exterior gracias a internet. Pero esto a su vez genera un conflito social al depender demasiado de estos dispositivos y según un estudio publicado por la Sociedad Británica de Psicología, está demostrado que aumentan el estrés debido a la obsesión que produce recibir mensajes. Tenemos tanta ansiedad de estar recibiendo mensajes de nuestros contactos de las redes sociales, programas de chat como Whastapp y correos electrónicos, que creemos notar vibraciones del smartphone cuando en realidad no se están produciendo.

¿Cuántos de vosotros no ha parado de mirar el móvil mientras espera al autobús o estás tomando un café, deseando que escriba alguien o simplemente revisando y volviendo a revisar las redes sociales? Pues por desgracia esto va en aumento y la comunicación verbal se está dejando a un lado, frente a los chats y los correos electrónicos. Incluso hay gente que chatea estando en la misma habitación u oficina como si no pudieran hablar entre ellas directamente.

Existen usuarios que sufren «vibraciones fantasmas» y en realidad no han recibido ninguna notificación. Este estudio investigó a 100 voluntarios, incluyendo estudiantes y empleados de profesiones variadas, para constatar que los smartphones, unidos a internet, generan un círculo vicioso que aleja al sujeto de las relaciones sociales y se encierra en un mundo virtual en el que no se percibe la comunicación boca a boca. Incluso este estrés es también negativo en el trabajo provocando falta de atención y bajo rendimiento. La Sociedad Británica dice que debería controlarse mucho más el uso de estos smartphones en el trabajo y así evitar ansiedad entre los empleados.

 

No todo son ventajas y es que en la sociedad que vivimos, cada vez dependemos más de nuestro móvil y sin él ya no sabemos vivir, ni comunicarnos. No perdamos esas quedadas con los amigos para ir de cañas y las reuniones familiares, que aunque nos cuesten algo más de soportar, queda muy feo estar todo el rato con el movil.