Las pantallas de la mayoría de los smartphones suspenden en verano
A todos nos gusta que nuestro smartphone tenga una buena pantalla, grande, con buena resolución, con buena densidad de píxeles; si además tiene buen contraste y soporta buenos juegos, ¡mejor que mejor! Pero tenemos que tener en cuenta que todas las pantallas de los smartphones actuales tienen una tarea pendiente que normalmente no vemos hasta que empieza a llegar el verano y aparece el solecito que muchos esperan.
La visibilidad de estas impresionantes pantallas en condiciones de luz solar directa deja mucho que desear, y es que todos sabemos que cuando vamos por la calle y el cielo está despejado, no se suelen ver bien. Tanto es así que nos vemos obligados a buscar alguna zona con sombra para poder verla en condiciones. Vamos a analizar por qué ocurre esto.
Hasta hace poco teníamos dos tipos de pantallas: las AMOLED, que montaban los Samsung principalmente, que sabías que la calidad de imagen iba a ser muy buena, pero en exteriores dejaba mucho que desear; y las IPS o SuperLCD, que aunque no tenían una calidad como las AMOLED, la retroiluminación de sus paneles permitía obtener mejor resultado en exteriores que las AMOLED.
Pero ahora, en los terminales de gama alta no encontramos grandes diferencias. Por ejemplo, podemos destacar el Galaxy S5 que monta una pantalla SuperAMOLED HD, el LG G2 con pantalla IPS y el Lumia 1020 con una pantalla AMOLED ClearBlack. Con estas pantallas ya no es determinante la densidad de píxeles o el contraste, sino el brillo que son capaces de generar y la capacidad de eliminar reflejos.
Con estos datos, lo primero es conocer que el brillo de los smartphones se mide en “nits”, por lo que a mayor número de “nits” de la pantalla mejor será la respuesta en condiciones con luz solar directa, y por supuesto, mejor aún si nuestra pantalla evita los reflejos.
Podemos destacar las pantallas de los Lumia con tecnología ClearBlack, destinadas a evitar los reflejos con luz solar directa, con lo que permite que sus pantallas AMOLED sean más competitivas.
En cuanto al tema del brillo hay que destacar el funcionamiento del sensor de luminosidad de los terminales, ya que rara vez suele ser el correcto. Esto es porque realmente no está midiendo la luz que recibe la pantalla -que sería lo ideal- y también porque el software con el que se tratan los datos que recibe el sensor es diferente en cada fabricante, no siendo rápido el resultado ni tampoco fiable.
Otro dato a tener en cuenta en cuanto al brillo de nuestro terminal es que normalmente los smartphones suelen obtener mayor número de “nits”, o lo que es lo mismo, mayor brillo de pantalla, cuando tenemos el ajuste de brillo en automático que si lo tenemos en manual. Por ejemplo, el Galaxy S5 llega casi a los 700 “nits” en modo automático mientras que en modo manual solo alcanza los 456 “nits”.
Teniendo en cuenta estos aspectos, se puede ver en la foto de la cabecera que ningún smartphone actual tiene buena respuesta en condiciones de luz solar, pero podemos ver que hay terminales como el S5, el M8 y el 5S que, gracias a su mayor brillo de pantalla y su gran contraste, permiten una mejor respuesta en estas situaciones.
¿Qué modelo tienes tú, te ha pasado esto que comentamos en momentos de mucho sol? Anímate a contarnos tu experiencia con un comentario.