Especificaciones a tener en cuenta cuando compramos un Smartphone
Cuando vamos a comprar un Smartphone encontramos unas fichas técnicas con muchas especificaciones llenas de valores como mAh, GB y GHz. Pero lo normal es que para el usuario medio, estos valores no tienen ningún significado por lo que acaban comparando los valores y se decantan por el que tiene los valores más altos. Pero no es oro todo lo que reluce y no por tener el valor más alto quiere decir que sea mejor, de hecho, hay valores que siendo más pequeños son mejores que los más altos.
Por eso, hoy vamos a intentar explicar lo mejor posible como valorar las especificaciones de los Smartphones.
Pantalla: continuamos contando píxeles
El ojo humano es capaz de detectar hasta 900 píxeles por pulgada, algo que la tecnología actual aún no es capaz de conseguir. La especificación clave a buscar en este caso es la densidad de píxeles por pulgada, cuya nomenclatura puede ser DPI, PPI o PPP, dependiendo la región del terminal.
Cualquier valor que esté por encima de los 250ppp es un valor aceptable, pero si lo que estas pagando es un buque insignia no deberías esperar menos de 400ppp, por ejemplo el Galaxy S7 que tiene una pantalla con 577ppp o el LG G5 SE que tiene una pantalla con 554ppp.
La desventaja de un valor alto en los PPP es el consumo de batería, ya que gestionar el seguimiento de todos esos píxeles conlleva un alto consumo de ella por lo que dependiendo de tus preferencias es posible que te interese buscar un dispositivo con un valor entre los 300 y los 500ppp para un equilibrio entre rendimiento y eficiencia.
RAM: cuanto más mejor
RAM (comúnmente conocida como memoria, que no debe confundirse con el almacenamiento) es donde los bits de datos se almacenan mientras esperan en línea para ser procesados por la CPU. Esto entra en juego realmente cuando hablamos de la multitarea, ya que las aplicaciones que hemos utilizado se almacenan en la memoria RAM a la espera de que volvamos a utilizarlas.
Aplicaciones como el teclado, la interfaz del sistema, la pantalla de inicio, etc… son aplicaciones que se cargan cuando arrancamos nuestro Smartphone, ya que estas aplicaciones las vamos a utilizar habitualmente y suelen ocupar 500Mb de RAM por lo que esto sería lo mínimo que necesitamos para que nuestro dispositivo funcione.
Ahora mismo, a la hora de buscar un Smartphone tendremos que buscar uno con 2GB de RAM, que sería la medida estándar ahora mismo, ya que incluso iPhone que siempre ha ofrecido una mayor optimización de la RAM ya integra 2GB en sus dispositivos. Los últimos modelos ya cuentan con 3 o 4GB de RAM, aunque en este apartado más siempre es mejor.
Procesador (parte1): velocidad de reloj y tamaño de la matriz
El corazón de tu Smartphone es el procesador o CPU. Sus especificaciones determinan si tu terminal será “rápido” o “lento”, pero la velocidad no es la única especificación a tener en cuenta ya que hay otros factores importantes como la eficiencia de la batería, la multitarea y la capacidad de realizar funciones con la pantalla apagada.
La medida fundamental de la rapidez del procesador es la velocidad de su reloj, que normalmente se representa por gigahercios. Las velocidades actuales de los mejores Smartphones están entre los 1,8GHz y los 2.4GHz, aunque cualquier medida por encima de los 1.2GHz sería aceptable.
Más allá de la velocidad tenemos que tener en cuenta el tamaño del procesador ya que a la hora de comparar procesadores con la misma velocidad de reloj sería mejor el de menor tamaño ya que genera menos calor y, por lo tanto, tiene una menor pérdida de energía. Los mejores procesadores del mercado tienen 14 nanómetros, la generación anterior tenía 20 nanómetros, por lo que deberías buscar uno de 14.
Procesador (parte2): rendimiento de los núcleos
Hoy en día es muy complicado encontrar ya un Smartphone con un procesador de un núcleo. Con los procesadores de varios núcleos, el bloqueo del terminal porque la CPU esta al máximo prácticamente ha desaparecido ya que otros procesos pueden ser manejados por uno de los otros núcleos. Por lo tanto varios procesadores son mejor pero, ¿Cuántos núcleos necesitamos? La respuesta corta es “al menos dos”, pero también tenemos una respuesta larga.
Cuando un procesador tiene al menos dos núcleos, la velocidad del reloj sigue siendo importante a la hora de elegir el procesador. Un procesador de doble núcleo con velocidades de reloj altas es mejor que uno de más núcleos con velocidades menores.
La mayoría de aplicaciones están programadas para trabajar en un solo núcleo a la vez por lo que a mayor velocidad mejor rendimiento de la aplicación. Pero también tenemos aplicaciones con gran carga gráfica como pueden ser los juegos y las apps de edición de fotos y vídeos que ya se están programando para trabajar en varios núcleos a la vez por lo que sería conveniente un procesador de más núcleos pero cuya velocidad del reloj siga siendo alta.
Resumiendo, siempre hay que buscar un procesador con velocidad del reloj alta independientemente del número de núcleos, pero si te gusta jugar o editar fotos y videos debería buscar un procesador con más núcleos pero en los que el reloj siga siendo alto.
Procesador (parte3): núcleos de bajo consumo y arquitectura
Otro beneficio de tener varios núcleos es que ahora mismo, la mayoría de procesadores, tienen algún núcleo de bajo consumo que se encarga de alguna función como puede ser “Siri” o “Google Now”. En lugar de utilizar un núcleo de procesador principal utilizan uno de estos de bajo consumo permitiendo así estar siempre escuchando para poder utilizar estas funciones ocasionando el menor consumo posible de la batería.
Y si hablamos de consumo de batería tenemos que hablar de la arquitectura del procesador. Los últimos procesadores tienen una arquitectura ARM o ARM64, que son bastante rápidos a la hora de entrar en suspensión cuando no utilizamos el dispositivo. Sin embargo hay algunos terminales que utilizan procesadores con arquitectura X86 o X64 que está más orientada para ordenadores por lo que el consumo de batería es bastante mayor.
Para resumirlo todo, deberías buscar un procesador con núcleos de bajo consumo para esas funciones útiles cuando se apaga la pantalla y apenas consumen batería y si lo que te importa es el consumo de batería te interesa un procesador con arquitectura ARM o ARM64 en lugar de un X86 o X64.
GPU: los núcleos importan
Ya que estamos hablando de procesadores y núcleos, la unidad de procesamiento gráfico se llama GPU, que puede resultar un factor importante si te gustan los juegos móviles. Pero la mayoría de Smartphones utilizan una configuración llamada “Sistema en un Chip” o SoC, lo que significa que la GPU se alimenta directamente de la CPU.
Puede resultar difícil distinguir la GPU en la ficha de especificaciones ya que por lo general forma parte de las especificaciones de la CPU.
Para comparar la GPU solo tendríamos que fijarnos en el número de modelo ya que, cuanto mayor sea, mejor será. Snapdragon utiliza GPUs Adreno, Exynos y Mediatek utilizan Mali y los chips A9 de Apple utilizan PowerVR. Así por ejemplo una GPU Adreno 530 siempre es mejor que una GPU Adreno 510.
Almacenamiento: interno, externo y la nube
La capacidad de almacenamiento de un dispositivo (no debe confundirse con RAM), es una especificación muy importante si te gusta llevar tu música, fotos y videos en tu Smartphone. Cuanto más espacio de almacenamiento más archivos puedes almacenar en tu dispositivo. Esta especificación se representa en gigabytes y tenemos que tener en cuenta que ya solo el sistema operativo suele ocupar algo más de 4GB por lo que un terminal con 8GB de memoria no sería viable, al menos recomendamos 16GB. Sin embargo también depende de cómo utilices el espacio.
Si escuchas música a través de una aplicación como puede ser Spotify en lugar de tener los MP3 guardados en tu almacenamiento no ocuparás el espacio. Lo mismo sucede con tus fotos y videos si los tienes sincronizados en alguna nube como puede ser Google Fotos, ya que los archivos están almacenados en la nube y tú los puedes ver desde tu Smartphone.
Además, algunos terminales ofrecen la posibilidad de expandir nuestro almacenamiento mediante una tarjeta microSD, lo que se conoce como almacenamiento externo, por lo que si utilizas la nube y te puedes conformar con un modelo de 16GB te ahorrarás unos cientos de euros sobre los modelos de 32GB o de 64GB.
Batería: todo sobre los miliamperios
La vida de la batería es algo muy importante para todos los usuarios. Este valor viene representado por mAh y cuanto mayor sea el número mayor será la vida de la batería. Pero también hay otros factores que influyen en la duración de la batería como es la eficiencia del procesador, el tamaño y tipo de pantalla y otras especificaciones que juegan un papel fundamental en este consumo. Pero en definitiva deberíamos elegir el modelo con mayor número de mAh.
Cámara: los megapíxeles ya no importan
Durante años, los fabricantes han estado luchando por montar las mejores cámaras en sus Smartphones y todo se centraba en el número de megapíxeles. Es una especificación muy fácil de entender para cualquier usuario, cuanto mayor sea el número de píxeles significa que en sus fotos habrá un mayor número de puntos por lo que la resolución de la foto es mayor.
Esto era antes, pero con la tecnología que tenemos ahora, cualquier Smartphone puede conseguir fotos con una resolución que ni el ojo humano puede diferenciar. Por eso tenemos que atender a otras características de la cámara para poder saber cual nos conviene más.
Tendremos que centrarnos en el tamaño del sensor, en que los píxeles sean más grandes y que la apertura sea más amplia. Algunas de estas especificaciones se muestran como fracciones lo que puede resultar un poco confuso. Por ejemplo el tamaño del píxel es un número sin procesar por lo que cuanto más grande mejor. Sin embargo, la apertura se representa como “f/2.0” (f dividido por 2.0), así que cuanto menor es el número (divisor), más ancha es la abertura. Lo mismo ocurre con el tamaño del sensor donde es 1 dividido por las pulgadas por lo que deberíamos buscar el menor divisor.
Cuando se trata de grabar video es más sencillo por lo que cuanto mayor es el número mejor. Una resolución de grabación mayor es mejor (720p, 1080p, 2160p) y la velocidad de fotogramas también (60fps, 120fps).
Una última cosa a considerar en este apartado es la estabilización de la imagen. La estabilización óptica de imagen (OIS) es una característica de las cámaras de los móviles de alta gama que estabilizan mecánicamente el sensor de la cámara para reducir el temblor de los videos y el desenfoque de las fotos. La estabilización electrónica de imagen (EIS) cumple la misma tarea, pero se hace con software anti-vibración y anti-desenfoque después de haber terminado de grabar, por lo que no es tan bueno.
Por lo tanto busca una cámara con OIS, después una con EIS y por último una que no tenga ninguno.
Fuente: Gadgethacks