El móvil carga muy lento. ¿Cómo se puede arreglar?
Los smartphones de hoy han mejorado increíblemente sus capacidades de carga. Ahora, con solo unos minutos conectados podemos tener autonomía para todo el día. A eso hay que sumar que comenzamos a ver baterías con mayor capacidad sin sacrificar en exceso apartados del diseño como el grosor. Pero, ¿por qué en ocasiones el móvil carga demasiado lento?
Este es uno de los dilemas más frecuentes y al que puede costar encontrarle explicación. Sin embargo, hay muchos factores que pueden incluir en una carga más lenta de lo normal. Es algo que percibiéremos rápidamente, sobre todo si llevamos bastante tiempo con el mismo smartphone en las manos. Por suerte, la mayoría de las causas tienen una solución sencilla y una explicación clara que nos permitirá solucionar el problema. De no ser así, podéis pedir cita con nuestro Servicio Técnico que estará encantado de ayudaros en lo que sea necesario para volver a tener vuestro móvil como nuevo.
Los problemas con la carga lenta más comunes
El lugar de la carga
Es habitual cambiar constantemente el lugar de carga del móvil. Ya sea en un ordenador o en el coche, lo normal es que se usen diferentes fuentes de carga dependiendo de la situación. Este es uno de los motivos más habituales de una carga lenta, ya que cargar el móvil en el coche, en el ordenador o en una batería externa puede ser el motivo por el que esté cargando más lento. Debemos intentar por tanto conectarlo a un cargador de pared para que la carga se realice a máximo rendimiento.
Puede ser el cargador
Es muy habitual que entre tanto cable y cargador no carguemos cargando el móvil con su adaptador a corriente original. Esto puede provocar que no le llegue energía suficiente y la carga se realiza mucho más lento. Además un cargador de dudosa calidad y que no cumpla con los requisitos del fabricante, puede originar daños en la batería o disminuir su vida útil.
Puerto de carga sucio
Sorprende en muchas ocasiones, pero es una de las causas principales de las cargas lentas. La suciedad acumulada en forma de polvo, pelusas etc.. hacen que la conexión no se realice correctamente y la carga sea deficiente. Lo mejor es comprobar si tenemos dicha suciedad apuntando con una luz directa al puerto de carga. En caso afirmativo, lo mejor es usar un alfiler o similar arrastrando con sumo cuidado el polvo hacia el exterior. Al terminar probaremos de nuevo la carga para ver si esta tiene lugar a la velocidad normal.
Cuando el móvil se ha calentado
Una de las medidas de seguridad que tienen nuestros móviles, pasan por reducir la velocidad de la carga o el rendimiento del procesador. Esto suele ocurrir cuando se detecta una temperatura superior a la recomendada. Un caso muy habitual es que estemos cargando el móvil con la pantalla encendida mientras vemos una película o jugamos a un juego. El móvil puede llegar a calentarse en exceso y la velocidad de la carga se reducirá, como decimos, por motivos de seguridad.
La batería pide un cambio
Es normal que pasado por lo menos un año desde que tenemos nuestro smartphone, la batería pueda ofrecer síntomas de degradamiento. Esto no tiene por qué ser siempre así, ya que el buen o mal uso que le demos a la misma, depende mucho de su vida útil. No obstante, un síntoma inequívoco que de que la batería puede necesitar un cambio es que carga más lento de lo habitual.
A eso podremos sumar bajones repentinos en el porcentaje de la misma o incluso que nunca llegue al 100% durante el proceso de carga. Llegados ese caso es más que recomendable hablar con el Servicio Técnico para que nos puedan ofrecer la mejor solución el problema, que casi con total probabilidad, pasará por la sustitución del batería.