¿Tiene tu móvil carga rápida? Así puedes salir de dudas
La carga rápida se ha convertido en uno de los nuevos campos de batalla para muchos fabricantes. Ya no basta con tener una batería con muchos «miliamperios». Ahora, además, debe cargar a la velocidad del rayo para estar más tiempos alejados del cargador. Pero, ¿cómo podemos saber si el móvil que tenemos en las manos admite esta tecnología?
La tecnología de carga rápida se ha ido democratizando con el paso del tiempo. Es decir, hace alrededor de tres años, era algo reservado a los grandes buques insignia. Ahora, la encontramos en la totalidad de la gama alta actual y en prácticamente todos los nuevos dispositivos de gama media. También comienza a estar presente en la gama de entrada, pero con más escasez debido al bajo coste de estos dispositivos.
La carga rápida de tu móvil
Detectar la carga rápida en nuestro móvil no es tarea difícil. El fabricante suele especificarlo en muchos elementos del mismo, como pueda ser la caja o incluso en la web del producto. Las diferentes marcas dedican espacios para hablar de la capacidad de la carga rápida en las fichas de producto, por lo que no será nada complicado salir de dudas. Los cargadores que incluyen nuestro móvil también nos pueden sacar de dudas, con mensajes como «Fast Charge» que indican que son compatibles con la carga rápida de nuestro móvil.
La animación al cargar el móvil es otra pista importante. Si el dispositivo soporta esta tecnología, la animación o incluso el mensaje al cargar pueden revelar que se ha puesto en marcha la carga rápida. Todos los fabricantes, mediante sus capas de personalización, tiene sus propias animaciones, que en muchos casos son incluso personalizables. Es cuando usamos un cargador de otro móvil o en el coche, cuando es posible que la carga rápida no entre en funcionamiento.
Tipos de carga rápida
Sin embargo, hay que tener en cuenta que convergen diferentes tipos de carga rápida. Su mayor o menor potencia suele ir relacionada con la gama de nuestro dispositivo, como hemos comentado anteriormente. De esta forma, un soporte de carga de 10W (o 10 vatios) ya se considera carga rápida, puesto que por ejemplo «Quick Charge 1.0″ (tecnología de Qualcomm) ya ofrecía soporte para esta potencia. No obstante, no ofrecen la misma rapidez una potencia de 10W, que 18W o las más avanzadas de 65W. En el mercado ya comenzamos a ver algunas muestras de la siguiente evolución, con cargas de 100W o 120W.