¿Cuándo es el mejor momento para cambiar de móvi?
Es posible que seas de esas personas que cambiamos de móvil cuando nos apetece, cuando nos gusta uno nuevo o cuando llega alguno como el Honor View 20 que nos resulta irresistible. Pero también es posible que no cambies de móvil a no ser que sea estrictamente necesario, que pienses que para qué vas a cambiar si aún funciona. Son muchos los móviles que se estrenan cada mes (e incluso cada semana) y es posible que tu teléfono esté pidiendo socorro y que haya algunas señales que te digan que es hora de cambiarlo.
Es lógico que cojas cariño a tu teléfono móvil después de años de uso o que tengas media vida, o tu vida entera, almacenada en él. Pero hay algunas señales que te dicen que es el momento de cambiar de móvil y no deberías ignorarlas antes de que sea demasiado tarde. Más allá de si es viejo y tus hijos o sobrinos se ríen de ti, estas señales te dicen que cambies de móvil.
No tienes espacio
Es normal que los teléfonos antiguos tengan opciones de memoria muy bajas como 8 GB. En la actualidad prácticamente todos los nuevos teléfonos, incluso los baratos, llegan con opciones de memoria de más de 16 GB o de 16 GB en el caso de los más asequibles. Si tu móvil tiene 8 GB y ya no caben más cosas, cambia de teléfono porque no podrás remediarlo.
Podrás borrar fotografías, aplicaciones para instalar otras… Pero las aplicaciones cada vez ocupan más cuando las actualices y puede que sigas trucos para ahorrar espacio pero pronto no serán suficiente y el sistema operativo ocupará más de lo que cabe en tu móvil. Si no tienes espacio, cambia de teléfono y apuesta por uno que te permite hacer fotos sin borrar anteriores.
Tu teléfono va muy lento
Hay cosas que puedes hacer para que tu teléfono vaya algo más rápido pero es normal que si es antiguo no puedas jugar a jugar a determinados juegos porque se bloquean, las aplicaciones tardan en cargar y acabas desesperándote. Para intentar que vaya más rápido puedes borrar todo lo que no uses (aplicaciones, caché…) o restablecer el teléfono móvil de fábrica. Si esto no funciona, tendrás que asumir que es hora de cambiar de móvil.
No tiene sensor de huellas
Si no tiene sensor de huellas, deberías cambiar ya de teléfono. No solo aumenta la seguridad del teléfono y permite que nadie acceda sino que te hará mucho más fácil la vida y podrás usarlo para pagar, para acceder a aplicaciones concretas o incluso para bloquear tu galería y que nadie más vea qué fotografías hay en tu teléfono móvil.
Tu batería no dura nada
La mayor parte de las veces es normal que la batería del teléfono vaya gastándose a medida que pasa el tiempo. Toda batería tiene una vida útil y con el paso de los años, sobre todo si pasan ya tres años, es lógico que dure cada vez menos. Puedes apostar por una batería nueva en el caso de que sea extraíble pero la batería extraíble no es algo común a día de hoy en los teléfonos móviles. O puedes acudir a un servicio técnico a cambiar tu batería pero en la mayoría de los casos no te merecerá la pena pagar por una batería nueva si tu móvil ya está obsoleto y merece un cambio. Encontrarás las carencias en cualquier otro momento.
Si quieres aguantar un poco más sin cambiar de móvil puedes usar algunos trucos para ahorrar batería: usar el brillo justo, no conectar lo que no vas a usar… Esto te servirá a corto plazo pero a largo plazo tendrás que optar por cambiar de móvil.
No tienes más actualizaciones
Los fabricantes aseguran algunas actualizaciones y normalmente sueles recibir dos grandes actualizaciones de Android. Pero si tu móvil tiene una versión igual o anterior a Android Marshmallow va siendo hora de que cambies de teléfono para poder tener mayor seguridad o simplemente para poder tener las novedades que las aplicaciones lanzan en cada actualización periódica. Si tienes una versión antigua no podrás tener las novedades en tu móvil.
Tus fotos son un desastre
Puedes tener bokeh o Modo Retrato en teléfonos baratos por menos de 250 o 200 euros. Podrás tener fotos de calidad sin invertir mucho en un nuevo teléfono móvil así que no tendrás que seguir subiendo tus fotos sin calidad a Instagram o a Facebook en las que no se diferencia dónde estás o que están completamente borrosas y pixeladas.